sábado, 9 de mayo de 2009

Eduardo Galeano: Disculpen la molestia.

Quiero compartir algunas preguntas, moscas que me zumban en la cabeza.

¿Es justa la justicia? ¿Está parada sobre sus pies la justicia del mundo al revés?

El zapatista de Irak, el que arrojó los zapatazos contra Bush, fue condenado a tres años de cárcel. ¿No merecía, más bien, una condecoración?

¿Quién es el terrorista? ¿El zapatista o el zapateado? ¿No es culpable de terrorismo el serial killer que mintiendo inventó la guerra de Irak, asesinó a un gentío y legalizó la tortura y mandó aplicarla?

¿Son culpables los pobladores de Atenco, en México, o los indígenas mapuches de Chile, o los kekchíes de Guatemala, o los campesinos sin tierra de Brasil, acusados todos de terrorismo por defender su derecho a la tierra? Si sagrada es la tierra, aunque la ley no lo diga, ¿no son sagrados, también, quienes la defienden?

Según la revista Foreign Policy, Somalia es el lugar más peligroso de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recompensas por sus afanes?
¿Por qué el mundo premia a quienes lo desvalijan?

¿Por qué la justicia es ciega de un solo ojo? Wal Mart, la empresa más poderosa de todas, prohíbe los sindicatos. McDonald’s, también. ¿Por qué estas empresas violan, con delincuente impunidad, la ley internacional? ¿Será porque en el mundo de nuestro tiempo el trabajo vale menos que la basura y menos todavía valen los derechos de los trabajadores?

¿Quiénes son los justos y quiénes los injustos? Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?

¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?

Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.

Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?

¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?

¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.

Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.

En el mundo al revés, dan miedo hasta los más elementales actos de justicia y sentido común. Cuando el presidente Evo Morales inició la refundación de Bolivia, para que este país de mayoría indígena dejara de tener vergüenza de mirarse al espejo, provocó pánico. Este desafío era catastrófico desde el punto de vista del orden racista tradicional, que decía ser el único orden posible: Evo era, traía el caos y la violencia, y por su culpa la unidad nacional iba a estallar, rota en pedazos. Y cuando el presidente ecuatoriano Correa anunció que se negaba a pagar las deudas no legítimas, la noticia produjo terror en el mundo financiero y el Ecuador fue amenazado con terribles castigos, por estar dando tan mal ejemplo. Si las dictaduras militares y los políticos ladrones han sido siempre mimados por la banca internacional, ¿no nos hemos acostumbrado ya a aceptar como fatalidad del destino que el pueblo pague el garrote que lo golpea y la codicia que lo saquea?

Pero, ¿será que han sido divorciados para siempre jamás el sentido común y la justicia?
¿No nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia?
¿No es de sentido común, y también de justicia, ese lema de las feministas que dicen que si nosotros, los machos, quedáramos embarazados, el aborto sería libre? ¿Por qué no se legaliza el derecho al aborto? ¿Será porque entonces dejaría de ser el privilegio de las mujeres que pueden pagarlo y de los médicos que pueden cobrarlo?

Lo mismo ocurre con otro escandaloso caso de negación de la justicia y el sentido común: ¿por qué no se legaliza la droga? ¿Acaso no es, como el aborto, un tema de salud pública? Y el país que más drogadictos contiene, ¿qué autoridad moral tiene para condenar a quienes abastecen su demanda? ¿Y por qué los grandes medios de comunicación, tan consagrados a la guerra contra el flagelo de la droga, jamás dicen que proviene de Afganistán casi toda la heroína que se consume en el mundo? ¿Quién manda en Afganistán? ¿No es ese un país militarmente ocupado por el mesiánico país que se atribuye la misión de salvarnos a todos?

¿Por qué no se legalizan las drogas de una buena vez? ¿No será porque brindan el mejor pretexto para las invasiones militares, además de brindar las más jugosas ganancias a los grandes bancos que en las noches trabajan como lavanderías?

Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos. Una de las consecuencias de la crisis mundial es la caída de la próspera industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido común, y alguito de sentido de la justicia ¿no tendríamos que celebrar esa buena noticia? ¿O acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia, desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y de los peatones, que morirán un poquito menos?

Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el país de las maravillas:
–Ahí lo tienes –dijo la Reina–. Está encerrado en la cárcel, cumpliendo su condena; pero el juicio no empezará hasta el próximo miércoles. Y por supuesto, el crimen será cometido al final.
En El Salvador, el arzobispo Oscar Arnulfo Romero comprobó que la justicia, como la serpiente, sólo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados, por delito de nacimiento.

El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, ¿no es de alguna manera un homenaje? ¿Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él murieron luchando por una justicia justa en el reino de la injusticia?
A veces terminan mal las historias de la Historia; pero ella, la Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego.


http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-124547-2009-05-08.html

domingo, 3 de mayo de 2009

Cap a la Marxa Mundial


La Marxa Mundial començarà a Nova Zelanda el 2 d'octubre de 2009, dia l'aniversari del naixement de Gandhi i declarat per les Nacions Unides Dia Internacional de la No-Violència. Finalitzarà a la serralada dels Andes, al Parc Punta de Vacas al peu del mont Aconcagua el 2 de gener de 2010. Durant aquests 90 dies, passarà per més de 90 països i 100 ciutats, als cinc continents. Cobrirà una distància de 160.000 km per terra. Alguns trams es recorreran per mar i per aire. Passarà per tots els climes i estacions, des de l'estiu tòrrid de zones tropicals i el desert, fins a l'hivern siberià. Les etapes més llargues seran l'americana i l'asiàtica, ambdues de gairebé un mes. Un equip base permanent de cent persones de diferents nacionalitats farà el recorregut complet.

Per què?
Perquè la fam al món es pot resoldre amb el 10% del que es gasta en armament. Podem imaginar com seria si es destinés el 30% o el 50% per a millorar la vida de la gent, en comptes d'aplicar-lo en destrucció?
Perquè eliminar les guerres i la violència representa sortir definitivament de la prehistòria humana i donar un pas de gegant en el camí evolutiu de la nostra espècie.
Perquè en aquesta aspiració ens acompanya la força de les veus de centenars de generacions anteriors, que van sofrir les conseqüències de les guerres, i l'eco de les quals segueix escoltant-se avui en tots els llocs on segueixen deixant el seu sinistre rastre de morts, desapareguts, invàlids, refugiats i desplaçats.
Perquè un "món sense guerres" és una proposta que obre el futur i aspira a concretar-se en cada racó del planeta en què el diàleg vagi substituint la violència.
Ha arribat el moment de fer escoltar la veu dels sense-veu! Milions d'éssers humans demanen per necessitat que s'acabin les guerres i la violència.
Podem aconseguir-ho unint totes les forces del pacifisme i de la no-violència activa del món.
Quan Començarà a Nova Zelanda el 2 d'octubre de 2009, aniversari del naixement de Gandhi i declarat per les Nacions Unides "Dia Internacional de la No-Violència". Finalitzarà en la serralada dels Andes (Punta de Vacas, Aconcagua, Argentina) el 2 de gener de 2010.
Durarà 90 dies, tres llargs mesos de viatge. Passarà per tots els climes i estacions, des de l'estiu tòrrid de zones tropicals i deserts fins a l'hivern siberià.
Qui participa?
La marxa és una iniciativa de “
Món sense guerres
”, organització internacional - impulsada pel Moviment Humanista - que treballa des de fa 15 anys en el camp del pacifisme i la no-violència.
No obstant això, la Marxa Mundial es construirà entre tots. Està oberta a la participació de tota persona, organització, col·lectiu, grup, partit polític, empresa, etc., que comparteixi la sensibilitat d'aquest projecte. Per tant, no es tracta d'alguna cosa tancada, sinó d'un recorregut que s'anirà enriquint gràcies a les activitats que s'engeguin segons les diferents iniciatives.
Per això convidem a la participació activa, que cadascú aporti la seva creativitat al pas de la MM per cada lloc, en una convergència de múltiples activitats: trobades, fòrums, festivals, concerts, expressions culturals, esportives, artístiques, musicals i educatives. Hi té cabuda tot allò que la imaginació sigui capaç de concebre.Els canals de participació són múltiples, destacant la participació virtual en la MM a través d'Internet.
És una marxa de la gent i per a la gent, que pretén arribar a la majoria de la població mundial. Per això es convoca tots els mitjans de comunicació perquè difonguin aquesta volta al món per la Pau i la No-violència.
Què es farà?
Al seu pas per les ciutats es realitzaran tot tipus de fòrums, conferències i esdeveniments (esportius, culturals, socials, etc.), que s'aniran organitzant segons sorgeixin iniciatives a cada lloc.
En aquests moments es compta ja amb centenars de projectes que diferents persones i organitzacions han engegat.
Per a quèPer denunciar la perillosa situació mundial que ens està duent cap a les guerres amb armament nuclear, que suposarien la major catàstrofe humana de la història, un carreró sense sortida.
Per donar veu a la majoria dels ciutadans del món que no estan a favor de les guerres ni de la cursa d'armament. Tots sofrim les conseqüències de la manipulació d'uns pocs perquè no donem un senyal unit. És hora que cadascú mostri la seva postura, el seu rebuig. Uneix el teu senyal a la de molts altres i la teva veu haurà de ser escoltada. Per aconseguir: l'eliminació de les armes nuclears a nivell mundial; la retirada immediata de les tropes invasores dels països ocupats; la reducció progressiva i proporcional de l'armament convencional; la firma de tractats de no agressió entre països i la renúncia dels governs a utilitzar la guerra per resoldre conflictes.
Per posar en evidència altres múltiples formes de violència (econòmica, racial, sexual, religiosa…) amagades o disfressades pels qui les provoquen, i per proporcionar a qui les sofrixen una via per fer-se escoltar.
Per, de la mateixa manera que ha succeït amb l'ecologia, crear consciència global de la necessitat d'una veritable Pau i de rebuig total cap a tot tipus de violència
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